Yura Crimson_King // Estoy aquí porque creo en una Narnia libre
Kiev
Por mucho tiempo sentí que la guerra estaba llegando, pero por un largo tiempo no lo quise creer. Leí un post en el canal de Feruwell donde sugirió un 50%+ de chances de guerra. En ese momento yo le asigné un 10-15%. Luego, Feruwell estimó que la probabilidad ya había llegado al 90%+ y mis expectativas se mantuvieron en la región del 80%. A pesar de esto, decidí quedarme en Kiev. Ni siquiera sé si estaba paralizado o simplemente tenía que estar aquí. Lo más probable es que cualquier factor de la vida cotidiana me detuviera — “Wow, tienes que tirar tus cosas”, “wow, no estoy solo sino que con una chica”, “aquí, los tickets son muy caros”, “aquí, blablabla”. En resumen, argumentos absolutamente estúpidos de x * ynya. Pero tal vez sólo tengo que estar aquí.
El 24 de Febrero, me desperté a las 5:40 am con una llamada de Ilya Dentist. Me desperté y vi que la guerra había comenzado. Pensé un poco en ello y desperté a mi novia. Entonces hubo que tomar muchas decisiones difíciles —por ejemplo, si irse ahora o quedarse. Mientras tanto, gente con uniformes militares se reunía en la calle. Me asomé por la ventana y vi a una chica con su marido, que caminaban hacia su auto, y la chica estaba histérica. Abrí la ventana y le dije “¡Mantén la calma!”. Ella me respondió “¡¡Estoy calmada, mierda!!111”
Regresé a la habitación, desperté a mi chica y comenzamos a discutir qué deberíamos hacer. Compramos comida y comida enlatada por adelantado, conseguimos unos 10 días de insumos, y esto es muy poco. Dándome cuenta de que se avecinaba una guerra, retiré un poco de dinero en efectivo de crypto para no quedarme sin dinero.
Mi novia y yo decidimos quedarnos en casa y no salir en absoluto, ya que las calles podrían ser peligrosas. En ese momento había explosiones.
Nos quedamos en casa todo el día, y en la noche llamó un amigo de las fuerzas armadas que nos dijo que el centro de Kiev podría ser bombardeado. Faltaba una hora y media para el toque de queda. En 7 minutos, guardé todas las cosas necesarias en una pequeña valija, por supuesto, olvidando los cargadores y un montón de otras cosas. Rápidamente llamamos un taxi y nos fuimos. Esperamos por un puesto de control al que nos desplegarían. Había muy poco tiempo antes del toque de queda, pero aún así logramos conseguirlo. El taxi había salido 160 grivnas, al conductor le di 500. No sé qué tan bueno fue, pero luego pensé que la propina era proporcional al grado de presión desde mi lado.
Arribamos a un departamento en Obolon (un distrito de Kiev). Lo único que hicimos después fue comer y leer las noticias. No, no comimos mucho, no había apetito en absoluto. El primer día dormimos por 2 horas, luego 7, luego 4. Luego 7 horas, 4 y 6.
Dormimos en el corredor, el punto más seguro de la casa. Decidimos no ir al refugio antibombas, porque la madre de la chica es constructora y dijo que había una casa panel encima del refugio antibombas más cercano, y que si este fallaba estábamos jodidos. En general, en un departamento hay más chances de sobrevivir. Aún no sé qué tan correcto es eso, así que no lo tomen como un consejo. Pero tomamos esa decisión. Fuimos al baño y sellamos el espejo para que no nos matara (un consejo de Gleb Kovtunov, quien sobrevivió a la guerra en Donetsk).
Mayormente leemos las noticias, el apetito regresó gracias al hecho de que nos mantenemos con calma, nos apoyamos mutuamente y meditamos. Pero no para todos es tan fácil. Tenemos tanto comida como dinero, muchos no tienen ninguno de los dos. [Puedes leer más sobre esto en el post de Yura sobre la meditación.]
Tuvimos que tomar otra decisión difícil —teníamos que entender si nos íbamos a ir o nos íbamos a quedar. Nos fijamos qué estaba pasando en las estaciones de tren, ya que es generalmente imposible ir en automóvil. Además, uno necesita adentrarse en lo desconocido y la incertidumbre. Aún no sé si esta decisión es correcta o no, pero vamos a esperar en el departamento y esperar a que se pongan de acuerdo. Aunque hay chances de que este sea un gran, gran error. Un error mortal.
Egor tipitip // Poker es una forma díficil de ganar dinero rápido
Mariupol
La guerra es algo terrible. No he escrito nada por un largo período, pero ahora mismo quiero expresarme, porque es difícil mantener esta tormenta de emociones dentro. La guerra comenzó hace tres días. Dos días atrás, mis chicas y otra madre con su hijo, un amigo cercano de mi esposa, fueron puestos en un tren desde Mariupol, que resultó ser el último tren de evacuación y el próximo ya no salió. No fue una decisión fácil, ya que a los hombres no les está permitido abandonar la ciudad.
Ver las despedidas de hombres que se despiden de mujeres y niños llorando. Y afuera, la ciudad está siendo bombardeada.
Nos salteamos. Complicado. Con nervios. En ese momento, Mariupol estaba bajo bombardeos. Un terrible estado de ansiedad todo el tiempo. Y para ellos, para nuestros amados, y para mí mismo, que me quedé en Mariupol, el estado de incertidumbre en el corazón de todos los públicos se mantuvo 20 horas al día todos estos días. Pases de lista constantes: dónde y a quién disparan.
Tren a Lviv y multitudes en todos lados. Multitudes enormes, mayormente mujeres y niños. Todos quieren estar en el mundo. El tren estaba lleno, había multitudes de gente en los corredores. No compramos agua. Hay miles de multitudes en Lviv. Tuvimos suerte otra vez y tomamos el último bus de evacuación. Corriendo. En la frontera tuve que pelear, literalmente. La gente bajo estrés deja de ser gente. Asustados. Ahora es seguro en Krakow. Todos estamos terriblemente cansados.
Aquí en Mariupol monitoreamos cada susurro. Tenemos miedo de los saboteadores. Por días, liberamos el sótano/bodega de mis padres. No había sido usado por un largo período y estaba desordenado, pero el sótano en sí mismo era sólido. Ahora tenemos una bodega de blackjack de 5 estrellas y no, sólo es agua. Un balde y un par de mantas. Una vez más estaba convencido, aunque es algo que ya sabía, de que tenía un abuelo muy práctico, de clase mundial. Entre las cosas antiguas del garage no encontré nada, pero en el sótano encontramos una pala de zapador, una sierra y un hacha. El riesgo de que caigamos si entran en la casa es colosal, y nada se puede hacer con las manos desnudas.
El bombardeo está bastante lejos de mí. Sucedió que geográficamente me encuentro en el centro, pero no es el centro exacto sino más bien el patio trasero del centro. Ayer comenzaron a atacar desde dos lados, pero en la noche estuvo callado. Y ahora estamos en silencio. Aunque hubo salidas en la mañana.
Hay alrededor de 70 civiles heridos y 2-3 docenas de muertos en la ciudad. Desafortunadamente, el abuelo de mi hijo estaba entre aquellos que mataron. Él tiene 16 años y actualmente vive con su madre en Irlanda. Cuando vi dónde había aterrizado el bombardeo, me di cuenta de que era su casa. Donde también viví por un tiempo. Este no es el borde de la ciudad en absoluto, y nunca se había volado ahí antes. Pero al principio llegó información de que todo estaba en orden, aunque no había conexión. Y al día siguiente nos enteramos… Después de eso, nos atrincheramos en la casa de nuestros padres lo más posible. Aunque la casa es vieja.
La guerra es algo terrible, y todos deberían ayudarse mutuamente. Pero no, para quien sea la guerra, y para quien sea que quiera a su madre. Los precios del pan en algunas cadenas ya se incrementó un x3-x4, y algunos bienes hasta x5. Esto está jodido. ¿Qué tan estúpido tienes que ser? Si la gente saqueara esas tiendas y yo fuera un policía a quien llamaron por un robo, los ayudaría a recoger las cosas. Saquear está mal, pero aumentar el precio de comida básica como esa es incluso peor.
El panorama para la ciudad no está claro. Como en general, nada está claro. Sé que ahora está calmado, pero ignoro lo que pueda pasar en medio día. Y ni siquiera sé qué puede pasar dentro de un minuto. Aquí retumbó. Los nuestros estuvieron disparando en algún lugar a la distancia.
Puedes analizar lo que está pasando por mucho tiempo, pero me gustó una frase, una que ya olvidé de dónde salió. El hecho de que hay fundamentalmente dos posiciones: el grupo de la paz y el grupo de la guerra. Este último siempre va a encontrar justificación. Y el grupo de la paz siempre va a estar en contra, sin importar los fundamentos. Claramente soy parte del grupo de la paz.
¡PAZ PARA TODOS!
El 2 de Marzo no llegó más calmo en Mariupol:
Pasamos la mitad de la noche en el sótano. Por días no hemos tenido conexión ni electricidad. Tanto el teléfono como internet son sensaciones ya hace rato olvidadas. Aún no había calefacción, pero hoy la restauraron. La ciudad está siendo bombardeada en el centro, cerca de 1.3km de aquí. La ciudad está vacía, todos están en casa. Sólo salen cuando es absolutamente necesario. Y todo el mundo tiene miedo de que lleguen. La ciudad está rodeada o parcialmente rodeada, no lo sabemos exactamente, pero tiembla desde todos lados, ahora los nuestros, luego sobre los nuestros.
Por cierto, ya a partir del segundo día comienzas a temblar con cada estallido.
Igor Lets_crush // Modesto top reg
Jarkov
Me quedé dormido a las 5 de la mañana entre explosiones después de grindear, pensé que me lo estaba imaginando, pero después de 4 horas me desperté por el ruido de las decenas de explosiones que me había perdido. Ahora estoy en Jarkov, no tuve tiempo de ir con mi familia. Compré víveres para una semana, no había más agua en la tienda (mis suministros se acabaron hoy, voy a hervir y tomar lejía del grifo).
El primer día no creía lo que estaba pasando, lo pasé en la ducha, dormí en el piso del baño con un nivel de confort de 3/10. Definitivamente no tenía sentido, pero tampoco tenemos ningunas instrucciones, no quieres pasar todo el tiempo en el subte, es aterrador correr ahí durante los bombardeos. Me pareció que caer de la ventana por dos pisos era EV+.
Durante el segundo día, me di cuenta de que todo esto no era un sueño. Estaba relativamente tranquilo en la ciudad, y en el 3er/4to día, uno podría decir que me acostumbré a ello. En el 5to día vi cómo bombardeos caían como granizo sobre civiles, ya que no hay estructuras militares cerca. En ese momento realmente me sentí mal, esto no debería ser así, va más allá de cualquier norma de la humanidad. El otro lado de mi casa fue golpeado por algo, las ventanas de la planta baja se despedazaron.
Hoy es el sexto día. Dormí por 3 horas y me desperté debido a una terrible explosión en el centro. Destruyeron la zona central de la ciudad, la alarma sonó después. De hecho, la única chance de minimizar el riesgo de muerte por el momento es sentarse todo el tiempo en el subterráneo / sótano, un proyectil puede volar a absolutamente CUALQUIER lugar, y uno no tiene manera de reaccionar…
Desde el primer día no tengo internet, escribo desde el teléfono, duermo por 5 horas y como una vez al día (simplemente no tengo apetito ni fuerza). Y lo gracioso es que mi situación está lejos de ser la peor, hay lugares donde está completamente jodido, hay cientos de civiles muertos en Ucrania y no me puedo imaginar cómo se siente la gente en las primeras líneas de defensa.
Sólo personas con experiencia en combate están siendo tomadas por la defensa, nos mantenemos leyendo las noticias 24/7, compartiendo información/dinero y, por supuesto, apoyando a nuestros amados y familiares (esta es la cosa más importante).
Evgeniy Kachalov – Camino desde Kiev
La noche antes de la invasión rusa, mis amigos y yo nos reunimos para desarrollar un plan de acción. Ninguno de nosotros creía que Kiev pudiera ser capturada. En el peor escenario, asumimos que podrían montar algún tipo de ataque terrorista con la intención de forzar al gobierno de Ucrania a rendirse. Pero aún así recogimos lo más esencial —pasaportes, certificados de matrimonio, efectivo, relojes y joyería.
Llegué a casa el jueves a la 1 de la mañana. A las 5:30 un amigo llamó y dijo que hubo explosiones en Kiev. Mi esposa y yo saltamos de la cama y comenzamos a empacar nuestras cosas. Tomé mis Timberlands y mis zapatillas deportivas, en caso de que tuviera que abandonar el auto y correr por el bosque. Nos pusimos varias capas de ropa, tomamos agua. También recogí una computadora, un teléfono, cargadores y “cold wallets” para las crypto.
Afortunadamente, llené el auto el día anterior, asumiendo que deberíamos correr. Estuvimos en el camino por media hora después de que llamara mi amigo. Fuimos a la oficina de mi esposa (ella tiene una marca de ropa) para recoger efectivo de la caja fuerte. Para todos sus 40 empleados, ella transfirió el salario de dos meses por adelantado.
Para las 7 de la mañana, el pánico ya estaba comenzando en las calles. Todo el mundo estaba atrapado en el tráfico, y la gente sin autos caminaba con maletas.
Viendo todos esos Volkswagens, Toyotas y Renaults conduciendo a través del centro de Kiev detrás de Nezalezhnosti Square y la vieja iglesia Ortodoxa con cúpulas doradas, recordé la mañana de Agosto de 1991, cuando mi madre y yo teníamos que volar de Kiev por primera vez. Yo tenía 10 años, la Unión Soviética estaba cayendo en cámara lenta. Recuerdo la mirada nerviosa de mi madre cuando subimos a un taxi. Estaba oscuro, como ahora, y nadie sabía dónde iba a dormir esa noche, o si iban a dormir en absoluto. Cuando finalmente llegamos a Irlanda, en camino a donde estaba mi padre en Nueva York, le pedí a mi madre que me comprara una lata de cola, que nunca había probado antes. Mi mamá me la compró, incluso aunque costaba $1. Teníamos $56 en total.
Ahora nuevamente tenía que volar de la ciudad que se convirtió en mi hogar, de la ciudad donde conocí a mi amada esposa.
Mi esposa, amigos y yo decidimos ir al oeste, lejos del frente. Nos detuvimos en la casa de campo de los padres de uno de nuestros amigos, a 35km de Kiev. Internet aún funcionaba, así que encontramos nuestro camino en la app. Nos recibieron muy cordialmente y nos alimentaron con borscht, aunque nadie tenía apetito.
Ellos quisieron esperar algunos días en el pueblo. Y luego comenzaron a saber por amigos que ya estaban en el oeste acerca de bloqueos en las carreteras, terribles atascos de tráfico, colas en las gasolineras y antes de la frontera. Vimos videos de tanques viniendo desde Crimea, el sur, y Belarús. Vimos soldados yendo hacia Cherkassy. Vimos helicópteros militares y no supimos si eran nuestros o rusos. Decidimos irnos temprano en la mañana hacia Polonia.
Otro amigo nuestro vino de Jarkov en una SUV, así que cargamos todas nuestras cosas y dejamos nuestro sedán. Intentamos evitar grandes ciudades para no quedar atrapados bajo bombardeos. A medio camino, tuvimos que dar la vuelta y conducir a través de los pueblos para evitar aeropuertos y bases militares, los cuales serían los primeros en ser atacados. Sin embargo, vimos una gran explosión en el horizonte.
Estábamos asustados —había noticias de que Chernobyl había sido capturada, y Mariupol y Odessa fueron atacadas. Intentamos empacar y movernos hacia el oeste.
Recordé la película World War Z, donde Brad Pitt dice a una familia española que está intentando salvar: “La vida es un movimiento”. Mi esposa y yo decidimos que nos moveríamos hacia adelante, sin importar qué —incluso si un cohete explotara frente a nosotros, un automóvil se averiara, o nosotros mismos no tuviéramos fuerzas. Si tenemos que hacerlo, dejaremos todo y correremos. Haremos todo para llegar a la frontera con Polonia. Mientras conducíamos, parecía que un gran fuego ardía detrás de nosotros.
De un amigo que trabajó en la frontera, supimos que se vieron jets de combate sobre Lviv, y que la frontera con Polonia estaba cerrada. Cambiamos de rumbo y condujimos por una carretera rural hacia Ivano-Frankivsk, hasta la frontera con Hungría.
Pasamos por ocho o nueve gasolineras, todas ellas se habían quedado sin gasolina. Hacia el oeste, algunas aún estaban trabajando. Había largas colas en todos lados, y el límite por automóvil era de 20 litros. Conseguimos cargar gasolina varias veces y para las 16:00 llegamos a Ternopil. Allí había una enorme grúa y la gente estaba construyendo un puesto de control, construyendo paredes con sacos de arena. No había soldados, los lugareños tuvieron que ponerse uniformes y salir a proteger sus hogares.
En la noche del viernes, nos enteramos que los hombres de 18 a 60 años de edad no tenían permitido abandonar el país. La mayoría de nuestros amigos entraban en ese grupo.
Soy muy afortunado: tengo ciudadanía americana. La mayoría de la gente que se mudó a Estados Unidos no regresa a Ucrania. Pero pasé más y más tiempo aquí —jugué poker, conocí y me enamoré de mi esposa Anna, cuya vida también sucedió aquí.
El domingo por la mañana se abrió la frontera húngara y un flujo interminable de automóviles comenzó a moverse. Finalmente pasamos la aduana y cruzamos la frontera húngara. Ni siquiera puedo expresar el alivio que significa llegar finalmente a Europa. Llegamos a una gasolinera y mi esposa salió del auto y comenzó a llorar.
Desde que llegamos a Budapest, hemos estado haciendo lo mejor que podemos para ayudar a otras personas a salir. Todo comenzó con amigos, luego amigos de amigos, y ahora estamos tratando con amigos de amigos de amigos. Mi esposa y yo tenemos muchos seguidores y tratamos de aprovecharlos al máximo. Anna publicó su teléfono en Instagram y ayudó a entregar insulina a hospitales de Ucrania y agua potable a familias. Cientos de personas en Europa están listas para alojar refugiados en sus apartamentos y les paso sus contactos. Una familia de siete personas dormirá segura en el apartamento de un amable extraño esta noche.
No he visto ni el 1% de esta guerra. Sólo puedo imaginar cómo la gente en Járkov y Kiev se sienten en este momento. No tengo el coraje.
Kirill Latiks // twitch.tv/latiks
Jarkov
Latics transmite a diario por 10-15 horas al día. Y ayer, con la ayuda del chat, intentó encontrar cómo y dónde debería vivir.
Soy un ucraniano que habla ruso de la ciudad de Jarkov. En mis 30 años de vida, ni yo ni mis familiares, ni mis amigos hemos tenido algún problema porque yo hablara ruso. He estado en Ucrania del Oeste muchas veces y hablé ruso con tranquilidad allí, y la gente se comunicaba conmigo en ucraniano sin que hubiera problemas.
Los últimos días estuve en alguna clase de infierno (Dios no permita que ninguno de ustedes hable seriamente con su madre y la convenza de que si mueres, aún vale la pena vivir).
Los primeros 4 días transmití y cubrí lo que estaba sucediendo desde la escena. Eso ayudó a distraer no sólo a mí mismo, sino también a la audiencia, intentamos sobrevivir todos juntos. Durante esos 4 días, escuché cientos de explosiones y docenas de alertas de ataques aéreos, ya no lo tomaba seriamente. Se había convertido en ruido de fondo.
Intenté calmar a la gente de alguna manera. Pero cuando, en el quinto día, Rusia comenzó a bombardear áreas residenciales de Jarkov (pequeña digresión: sí, las tropas rusas están bombardeando, y no somos nosotros quienes nos bombardeamos, for ejemplo, en el área de Saltovka sólo hay edificios de gran altura y fue bombardeada muy fuerte), los sonidos de las explosiones fueron los mismos, pero entonces comencé a ver fotos y videos de casas destruidas a un kilómetro, dos kilómetros de distancia, en mi calle. Entonces me di cuenta de que todo era muy serio y me moví al lugar más seguro de mi apartamento: el corredor (lo más lejos posible de las paredes exteriores de la casa).
Cada día digo la frase: hoy es el peor día. En el sexto día, los bombarderos llegaron y lanzaron bombas. Mis paredes y el piso temblaron varias veces por las explosiones, como durante un terremoto.
Es muy difícil y peligroso salir ahora, el subterráneo ha estado lleno de gente desde los primeros días, y los refugios más cercanos a mi casa, es probable que sólo sean sótanos debajo de edificios altos, en los que también es peligroso esconderse.
Estas son historias personales de jugadores, sin políticas ni consignas. Por favor no conviertan los comentarios en debates políticos, de lo contrario tendremos que cerrarlos.